Los clientes son el “nutriente” esencial de las agencias. Son al fin y al cabo los que llenan sus arcas. Pero, ¿y si esos clientes, aun pagando, terminan convirtiéndose en un auténtico quebradero de cabeza para las agencias?
El auge de las redes sociales no solo ha despertado las ansias de comunicación de la gente sino que ha convertido a gente anónima en verdaderos gurús del mundo digital y que han hecho de su actividad social su actividad profesional.